Estar ahi

Proponerse una meta es tener un punto en la vida al cual podemos llegar y del que podemos partir hacia otro. Estar en un punto de la vida en que se comprende que lo que se tiene al rededor no le pertenece solo a uno, es de todos los seres que dependen en alguna manera de cada detalle que compone esta gran porción y que no podemos ni debemos de cambiar. Que no es idéntico a otro, y nunca se apreciará igual.

Estar ahí, en ese preciso momento que se oculta el Sol tras los volcanes que lo cuidarán mientras descansa, es la satisfacción de llenar de hermosas imágenes y sentimientos nuestra preciada memoria que, aunque tratemos de compartir con otros hasta con mínimos detalles, jamás podrá darse a conocer con exactitud lo vivido y sentido en ese instante.

Apreciar con los últimos rayos del Sol el diario vivir de otras personas, diferente a nuestra rutina del día a día. No imaginamos que a pesar de se pobres en lo material, cuentan con la riqueza de la naturaleza, al vivir de ella, apreciarla, cuidarla, disfrutar y tener a poca distancia esa inmensidad de vida y energía de la cual carecemos al estar encerrados en cuatro paredes, que cada día nos vuelve más sedentarios.

Esta es mi tierra, la cual tengo el orgullo de conocer, apreciar y disfrutar. Es la que me rodea, que me llena de instantes especiales cada vez que salgo a su encuentro. La que siempre me espera y no le importa cuánto tiempo pase para darme esos pequeños instantes, a la vez grandes detalles que me llenan de energía para mi diario vivir. Que en el momento que la recuerde siempre estará esperando por mí para darme un maravilloso espectáculo.

Asi miro

Salir de la rutina, del diario vivir, dejar atrás por un momento todo lo que nos preocupa, absorve y atormenta, es lo que se logra al ir a diferentes lugares dentro y fuera de nuestro país. Disfrutar de cada momento que no se repetirá en nuestras vidas, el poder detenerlo y guardarlo en nuestra mente.

Ese instante en que amanece, el cantar de las aves dándole la bienvenida al nuevo rayo de luz, sentir el frío de la mañana, apreciar la caida de la gota de sereno, respirar el aire puro de montaña, apreciar la naturaleza en su esplendor, millones de estrellas en el cielo, todo cuanto tenemos a disposición al viajar con diferente rumbo, pero no siempre sabemos apreciar y tampoco agradecer a quien nos ha dado estas hermosas experiencias.

Así miro. Es la manera en que recuerdo mis viajes, en que he dejado plasmado, por medio de una cámara, el momento en que he estado en ese lugar al cual puede que regrese, pero que nunca sea visto de la misma manera.

Así miro, es como doy a conocer a muchas personas de lo que se están perdiendo por no viajar, de lo que tal vez nunca conozcan por no preservar, lo que están acabando por no pensar en el futuro y los daños que causamos con solo tirar un envoltorio de dulce, con solo dejar correr el agua más de la cuenta, por tener esa ave encerrada y privarla de la libertad que le brindó el Ser supremo, por querer llenar el ego al robar esa planta del hábitat al que pertenece, por matar seres que por no tener cómo expresar el dolor o sufrimiento al que los sometemos creermos que no sienten o que no viven.

Así lo miro yo...